Claro que no te amaré así como amas tú. No seré tu príncipe azul, la corona no es para mí. Lo que más duele del sentimiento que no compartimos es que lo conocemos y sabemos que debemos hacer para hacer feliz al otro, pero... No hay felicidad en uno. Lo lamento amor. Lamento tener las herramientas para conservar tu amor y no utilizarlas.
Me desangra que nadie quiera sacrificar sus deseos por el mío pero yo no sería capaz de sacrificar los míos por los de otro, por los tuyos. Este amor que si es correspondido es más dolido que intentar ver el sol al medio día sin la manito en frente para que espante el calor infinito.
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