La verdad es que no quiero huir de él, pero tampoco quiero ser un juguete y no se que hacer, Y si me mira, ¿qué hago?
Pensé que con el
tiempo dejaría de sentir cosas por él, que equivocado estuve. Me detuve por
días a analizar de qué manera podría seguir estando en el mismo lugar y hacerle
ver que no me importaba, pero la realidad es que si me importa mucho, lástima
que yo a él nada. No quería ser migajero. No estoy para conformarme con poco y
menos cuando siento tanto. De repente tuve la brillante idea de ignorarlo y así
sucedió lo inevitable… le importó una mierda y eso si me dolió.
De vez en cuando
paso por su lado y siento su voz rosando mi mano. Yo pido sus besos en versos y
sus abrazos tocando su pecho. Esquivo cada contacto y siento que aunque él este desconcertado a la final dirá que es
mi problema, igual yo nunca le he gustado, pero… y si me mira, ¿qué hago? No quiero
estar bajando la mirada siempre y es ya algo pesado.
Me gusta verlo,
sentirlo cerca, escuchar su voz y saber que me mira aunque sea un juego del que
yo no quiero ser parte, pero… y si me mira, ¿qué hago? Será mirarlo también y
aceptar ser el segundo plato. Fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario