Y alguien dijo que el pasado hay
que pisarlo, que dejarlo atrás es su destino, ¿Quién dijo? Solo basta con echar
una vista hacia atrás para darnos cuenta todo lo que hemos perdido, lo que
hemos logrado o lo que estamos por lograr, el futuro no es nada sin el pasado y
si dejamos a este por fuera de nuestras vidas, jamás sabremos hacia dónde vamos
porque desconocemos de a dónde venimos. Salvar nuestro futuro.
Ir a buscar entre viejos
recuerdos puede ser el remedio para nuestra enfermedad llamada “estanco” que no
nos permite continuar y nos hunde día a día.
Cuando decidamos viajar al pasado toca hacerlo con la mente del hombre que queremos
ser mañana y así el viejo hombre no podrá irrumpir en nuestro pensamientos,
debemos sacarlo primero e invadir su casa y tomar aquello que jamás debimos
haber dejado. Salvar nuestro futuro.
Corremos un riesgo y es real,
cuando estemos en el pasado y empecemos
a andar por aquellas viejas calles, quizás solo quizás la melancolía y
el coraje del estar allí y que ya no exista en nuestro presente puede opacar la
visión que tenemos del futuro. Cuidar nuestro corazón engañoso es la verdadera misión
de este viaje, salir ilesos de nostalgias, y de venganza tal vez más, regresar
al presente y tener la certeza que en tu futuro no habrán archivos por abrir y
de los cuales lamentar. Salvar nuestro futuro.
No pisemos el pasado, visitémoslo
y cambiemos radicalmente nuestro próximo yo, dejando los asuntos con un final
que no se puedan alterar mañana, ya que en el mañana estos no deberán existir. Salvar nuestro futuro.
Fuente imagen, Internet.
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