Supe que me iría mal en el amor desde que tuve seis quizá.
Estoy enamorado. Todo empezó en el preescolar, su nombre fue dado desde el cielo y le hacía honor a su rostro… Ángel, y no bromeo; su cara fue tallada por los mismos ángeles. Amé mi cara cuando mis ojos se sonrojaban al verlo pasar y decir mi nombre; Alejandro quizá no sonaba tan hermoso ni en la voz de mi madre que por cierto me llama “niño” y un niño ya no fui cuando descubrí que me gustaba él; Ángel; jamás pude ver sus alas abrirse ante mis ojos y su vuelo alzando mi torso para observar toda la ciudad. Me duele un poco el pecho del solo pensar que su nombre nunca estuvo escrito en sus cuadernos junto al mío dentro de un dibujo de corazón.
Estoy enamorado de ángel aun, y no lo supo y esa herida está abierta porque
una cancha nos separaba, pero por su calle siempre yo cruzaba, con la ilusión de
verlo al menos sentado en la terraza siendo él nada más, y eso bastaba para
deleitar mis más menores deseos que a duras penas se asomaban en mis sabanas. ¿Qué
estuve haciendo todo ese tiempo en la ciudad de indias que me negué a mí mismo
vivir una verdad que hoy no puedo ocultar, estoy enamorado de ti Ángel y hoy
quien sabe en qué brazos estarás.
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