Maravilloso eres tú y no tengo pruebas que demuestren lo contrario. Te he visto pasar infinitas veces por mi paladar. Quédate que haces falta en medio de la fiesta donde todos bailan y, nadie se cuestiona por qué no estás aquí… al lado mío, solo en esa parte cruda de mi vida es cuando mis ojos se hacen heridas y el color de mi arcoíris suele desaparecer en medio de la llovizna.
Maravilloso
eres tú, incluso cuando no te he visto. Debo pertenecer a otro mundo, uno en
donde la belleza se mira con las luces apagadas y se observa con el susurro de
las palabras al oído. Duele saber que existes pero no aquí, también siento el
dolor al saber que te irás al fin, que tu belleza será absorbida por otra vida,
una que al igual que yo te deseaba a escondidas. La vida de esa persona ha de
ser maravillosa y la calma no abundaría en su vida. No será tan maravilloso
cargar con las babas de los que no han tocado tus alas, y se conforman con
exaltar lo que los rayos de luz les permiten apreciar bajo el cielo y a
escondidas.
Maravilloso
ha de ser yo. Yo que tengo los ojos ideales para admirarte más que los demás. Quién
será capaz de anhelar tu alma a la mía, quién más que… solo yo que no tengo
nada y que puedo ganarlo todo, es por eso que tú eres maravilloso.
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