Al pasar por tu atmósfera sentí toda tu atracción, al darte la espalda sentí todo tu cuerpo susurrando miradas sobre mi cuello, y se sintió tan bien. Traté de huir como el cobarde y egoísta que soy. No me dejaste ocultarme, duele saber que me has dejado expuesto, gracias a tu mirada distante que me elevó hasta desprender mis cadenas… pero ahí estaba yo, esperando por ti, como si fueras a quedarte por mí… y no pasó nada de eso.
Ahora necesito algo especial de ti… necesito
que dejes de sonreír para otros, y empieza por favor a sonreír para mí. Dame motivos
para creer que no estoy loco. Hazme saber que las palabras que imagino cerca de
mi oído con tu voz son realidad y no parte de una ilusión. Necesito que no me
dejes ir… porque si me voy, no regresaré jamás. Mi orgullo es letal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario