Nos volvimos dueños del mundo, tanto
que olvidamos que somos parte de él.
Tenemos un sistema que nos
permite recordar que tenemos sentimientos lo llamamos fechas, insultamos e ignoramos
a quienes tenemos a nuestro lado, todo por el motivo de que no los hay buenos,
buenos esos que sabemos que lo son como: san Valentín, de la madre o navidad. Absurdos
todos, ¡absurdos idiotas! ¿desde cuándo nos empezamos a preocupar por estas
fechas? ¿Quién carajos fue el que les dio tiempo a los sentimientos reales? No había
necesidad de encapsular el latir de un corazón, nos volvimos mudos y empezamos
a hacer lo que yo siempre hago… escribir lo que no puedo decir, en
realidad lo que no quiero decir, pero lo grito en miradas, lo lloro en
sonrisas.
Nos hacemos más fáciles al escribir
en un chat, al mostrarnos en una imagen sin vida e irreal. Somos dueños de lo táctil
y de lo fácil, pero nos olvidamos de sentir la piel, de besar mientras se
abrazan los dedos de las manos, reímos como locos al ver nuestro reflejo
percudido en el móvil o en el pc, sintiéndonos interesantes al usar la App.
Maldita sociedad me ha corrompido.
He brindado miles de besos y me los han negado, quizás por eso también me volví
dueño del mundo, así como tú, es triste creernos los dueños de un todo, pero no
pertenecer a alguien ¿Dónde está la verdadera interacción humana? Quisiera salir
de mi casa e ir y tocar la puerta de esa persona y regalarme mi sonrisa, esa
que fue captada por la cámara de mi celular y que ahí está guardada, hasta que
decida enviar una estúpida imagen más de mi falsa felicidad.
Nos arrancamos el corazón y lo
hemos descargado en la play store.