27 de septiembre de 2015

Humanoides




No estamos acostumbrados a lo real, en cuanto vemos lo real nos asombramos,
perdemos la cabeza. Que tan simple es ver un cielo azul, que tan fácil es ver a alguien reír. Todo hace parte de un ser y de un estar. Estamos rodeados de rituales  y de constelaciones, acostumbrados a vivir en lo mágico, sobrenatural y lo viral, pero y lo real… ¿dónde está lo real? No existe, nadie lo ha inventado, nadie lo ha estudiado, no es motivo de grandeza, ni de orgullo.

No estamos preparados para asimilar nuestros errores, están fuera de foco las fallas y equivocaciones, no son perdonadas. Nos gusta que los demás estén bien con nosotros, pero no queremos ser nosotros los que estemos bien con los demás, usamos el arma para herir sensibilidades humanas; sabiendo que todos somos humanos. Fastidiosos que solo pretendemos esconder el alma sucia y desechable que traemos dentro.


No estamos conscientes de quienes somos, de donde estamos y ni de a dónde vamos, somos unos ingratos, vamos y venimos enseñando a los demás a ser gente, como si fuéramos dioses nosotros y el resto demonios llenos del poder maligno de satán. Lo real es lo que queremos esconder: nuestros odios, temores, defectos físicos, decadencia mental, traumas y agonías. Somos humanos, eso es lo que somos y eso nos lleva a dejar esas alas de cristal que creemos tener y quitarnos las máscaras con las cuales hemos socializado para mantener un mundo que no es nuestro.











Imagen
http://www.reproduccionasistida.org/esteroides-anabolicos-y-fertilidad-masculina-mala-combinacion/

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