No se trata solo de momentos, se trata de razonamiento. No ha ocurrido la gran desgracia que ponga en hilo de cuerda mi porvenir, quizá yo soy la desgracia hecha carne. He puesto la mirada en la nada buscando salir herido, pero siento que ya nada me puede herir. Soy invencible, las fuerzas las guardo bajo mi mirada helada, bajo tus pensamientos opacos, soltando todo lo que me llena de barros.
Por un momento he puesto en razonamiento mis miedos, y de verdad que son
oscuros y perversos, lloran para que los deje salir para acabar con el mundo
entero, pero acabarán conmigo y ahí es donde soy más fuerte que ellos. Un día
se ira de mi lado la sonrisa que encarcela mi llanto; frustrado y asesino sin
remedio, espero que nunca llegue ese momento.
Momento… estoy dejando por escrito mis menos sanos pensamientos, en el día
de mañana fácilmente podré perderme, pero no en el tiempo, porque en ustedes permaneceré
y para eso no hay remedio. El diario de un demente sonriente, ese puede ser el título
que merezco en la mente, algunos sonreirán y otras ya no podrán verme.
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