Café y un poco de amor platónico, era la mezcla
perfecta en aquellas noches donde la luna me regalaba su mejor sonrisa, algo
especial, algo trascendental, yo andaba
en inercia aplastante, no era yo y eso bastaba para continuar la vida, hasta
que desperté.
Todo mi mundo se empezó a desmantelar en aquel
momento, no era el mejor , pero si fue el culminante, mis ojos se abrieron al
descubrir que no tenía oportunidades de cambiar, yo ya estaba formado, bien
definido y totalmente asiduo.¿Por qué hasta ahora me vienen a despertar? Quiero
una respuesta...tan solo una, que saque mis dudas a emerger y deslize mis
temores al declive , quizás sea el lugar apropiado. Ahora un café no basta para sanar las heridas
con las que nací, tengo que aceptar que hay cosas que nunca tendré y que al
huir de muchas cosas quedaré atrapado por mil más.
¿Vida dónde estás? Tengo años sin verte pasar,
descalzo he estado desde algunos diciembres atrás. En algunas noches tengo
citas con desconocidas almas que saben hablar mejor que yo, las palabras
elegantes no hacen parte de mis riquezas y mucho menos los chistes sin sentidos. En algunas
tardes juego a ver los partidos, ¿partidos? ¡Oh rayos he dicho partidos! ¡yo
detesto los partidos!¡VIDA! Si tan solo...contestarás, tengo mil cosas que
decirte hoy.