Y la verdad es que no soy tan fuerte

Dejar que te duela. No existe otra cosa que se pueda hacer en medio de un dolor. No hay que buscar medicamentos para aliviarlo o desaparecerlo. Lo único que puede combatir un dolor es dejar que te duela.

Miré desde lejos tu gran valor y todo el esfuerzo que desde antes tu vida creo, para darte paso a la gran vida. Admiro eso de ti. Reconozco que eres un ser maravilloso, talentoso, líder innato, y valiente para los retos diarios. Vas siempre adelante, sin miedo al fracaso, por eso alguien un día puso sus ojos sobre tu regazo y tú le permitiste quedarse ahí.

Tenías que llegar justo cuando se abría para mí un nuevo horizonte. Entré en este castillo buscando vencer a los cocodrilos y dragones que se me cruzaran en el camino. Un día te vi y desde ese momento no dude de ti. Pero en lo que sentías por mí ni tú mismo supiste argumentar por lo tanto se desvaneció mi sentimiento así ti. Y duele… aun me duele y no sé cuánto tiempo podría soportar el dolor.

Dejar que me duela. No existe otra cosa que pueda hacer en medio del dolor. Son  tantas cosas bellas que hay de ti, que a veces no puedo resistir que tú no estés conmigo.

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