No soy apto para corresponder a tu
amor. No tengo nada que ofrecerte. Tengo tantas debilidades, tantas cosas en
contra. Simplemente no soy para ti. No te sientas mal, yo también me pongo
triste al saber que no lo soy. No soy apto para seguir en el proceso. No sé qué
sigue ahora, no tengo uso de razón, no desde que la perdí en el camino del
esfuerzo y la motivación. Sabes… no quiero alejarte de mí, es en serio. Quiero poder
cumplir todos tus sueños y alcanzar la madurez contigo, pero ya lo ves, soy un
niño. Tengo aún mucho por aprender.
No me estas entendiendo. No soy apto para ti. Ni para él, muchos menos para ella. Pierdo cada vez que pasa el tiempo.
No soy un candidato excepcional. Me hago trizas al ver a los demás, tan
completos y llenos de emotividad. Tan seguros de lo que tienen y de lo que pueden
dar. Algunos diplomas y mil cosas más, respaldan lo talentoso y toda su
calidad. Espero que realmente ahora si me estés entendiendo, tan solo pretendo creer que sí.
Gracias por venir.