11 de abril de 2017

Como Adán y Eva

Y la serpiente muy astuta se acerca a Eva, quien no parece tener ni idea de lo que ocurre a su alrededor y con mucha malicia le dice que Dios ha mentido sobre el fruto, que realmente no es malo, que ella y Adán  pueden comerlo y que una vez lo hagan, sus ojos se abrirán y conocerán lo bueno y lo malo.




A estos personajes no les bastó lo que Dios les había regalado; una vida, un paraíso, un amor eterno, quizás no estaban seguros de ese amor, como nos pasa a todos hoy en día, que andamos creyendo todo lo que cualquier serpiente nos dice, poniéndonos a dudar de la “verdad” en que vivimos, si tan solo Adán y Eva hubiesen ido donde Dios y decirle lo que la serpiente les dijo, quizás solo quizás aun estarían vivos.


Tenemos la maldita costumbre de andar como abejas, posando en cualquier flor, obteniendo su néctar y salir volando directamente hacia otra, al parecer hasta en los animales esta diseñado el mal uso de la fidelidad ( solo es un decir, muchos animales suelen ser realmente fieles a su pareja) ellos lo hacen por su naturaleza, así sobreviven y contribuyen al planeta, pero usted y yo en que contribuimos al jugar con las personas y hacerles creer que son especiales y únicas en nuestras vidas, ¿En que? ¿que ganamos desobedeciendo nuestras propias reglas? ¿cual es la finalidad de exigir y no dar?
A diferencia de Adán y Eva, nosotros ya tenemos los ojos abiertos, así que si miramos o no ya es cuestión propia, pero el ojo nunca voltea a mirar sin que la cabeza gire, ¿ Te gusta girar la cabeza muy a menudo? si es así entonces jamás tendrás un lugar donde llegar, no habrá paraíso, ni vida eterna, ya que lo somos se iría tan fácil con cualquier palabra de la serpiente.

Al parecer estamos solo para escuchar a la serpiente, pero jamás vamos a la fuente. Nos cuesta amar a alguien realmente, simplemente porque siempre habrá alguien nuevo por conocer y eso nos encanta, empezar de nuevo cada vez que se pueda, porque siempre vamos a cuestionar el fruto que tenemos en frente; si es bueno o malo. Con las personas no podemos ser así, ya que nosotros somos también personas, pero se nos olvida. Adán y Eva recibieron una sola regla de parte de Dios, pero optaron por ignorar esa regla, hoy no podemos ignorar a quien tenemos a nuestro lado. Disfrutemos del paraíso que tenemos con quien decimos amar, no escuchemos a esa serpiente que venga a engañarnos, recordemos que la serpiente arrastrada siempre estará.



Imagen.