Un mundo que ha buscado la perfección,
pero que sus actos lo involucran en un sin fin de crimines, como la vida misma.
Personas que intentan ser mejor
cada día, hacen el bien, pero no son tratados como tal. Estas personas no tienen
opción, necesitan ser protegidos, viven constantemente dedicados a no sentir
dolor y a no darlo, cuando son víctimas las cosas cambian, no son capaces de
controlarse y ahí es cuando necesitan un héroe, alguien quien intervenga por
ellos y los defienda de las manos provocadoras, con el fin de no ser ellos los
villanos de su propia historia.
Un héroe también necesita ser
salvado, incluso de sí mismo, ya que el día que pierda el control, ese día
dejará de ser quien pretendía y se convertirá en la pesadilla de quienes perturbaron
su tranquilidad y su corazón noble e incapaz de juzgar.
No hay personas débiles,
simplemente existen quienes conocen su verdadera fuerza, una devastadora, destructora
y perversa, tanto que no es saludable mostrarla, es mejor hacerse débil, callar
y pedir ayuda, por el bienestar propio y el de los demás. Si despierta la
bestia tanto el “débil” como el “fuerte” podrían perder sus vidas.
Alejandro Alvarez Julio
Imagen tomada de internet
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