No podemos tenerlo todo en la vida, pero ¿quién dijo que
la vida es para tenerlo todo? Quisiéramos que fuera así, pero no. Al menos
tenemos un gran poder, que podemos usar a nuestra manera, sin condiciones, ni
restricciones, ni prejuicios morales, éticos, religiosos, políticos o sociales.
Solo debemos sacarla y que vuele todo lo que tenga que volar, nadie nos la quietará,
es nuestra, es tuya, es mía. Es la imaginación.
No podemos llegar a la luna en un cohete, ni bajar la luna o
las estrellas para alguna chica, pero podemos cerrarle los ojos y decirle al oído
que ya esta junto a ella, que la puede tocar y sentir su inmensa majestad
cristalina. Que el mar se llene de vacíos frustrantes y de dolores
inevitables, como sencillez de alma por dar un poco de lo que hay detrás de
uno. Que vuele, vuele todo lo que no podemos alcanzar, y que nos eleve hasta el
más allá, donde el sol no pueda estropear una piel digna de amar, que la luna
sea una esfera y que nuestros caminos se inunden que colores. Qué bonito es
imaginar; a la persona indicada, el universo desconocido, el lujo que deseamos
e ir y viajar en el tiempo, poder saltar
techos y esquivar balas como de película.
Que nos falte todo, pero si nos
falta imaginación sería una caída global, no habrían unicornios, ni sirenas en
piscinas, no habrían corazones dispuestos a amar, ni nostalgia por lo que no vendrá.
No podemos tenerlo todo, pero si
imaginarlo.
@alejandro0322
Imagen.
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