11 de octubre de 2015

Historias de terror: amar




Sentí su presencia en cada letra, cada palabra que escribía me gustaba como a chocolate.
No quise esperar más y fui buscando su mirar, sus labios, su piel, fui buscando su corazón. De todas las veces que he tenido su corazón cerca, esta vez pensaba que todo sería diferente, que esta vez, si habría una oportunidad real.

Al llegar, veo que su piel ya está dispuesta a ser tocada, pero al abordar en su equipo de viaje a las estrellas, noto una irregularidad; sus ojos no me miran, sus labios no me besan, sus manos no me tocan, su corazón no late, y me preocupo. El miedo empezó a invadirme y no sabía si saltar y salir corriendo de aquella escena de terror o quedarme.

Todo se tornó oscuro en mí ser, vi como los pájaros perdían inspiración al volar, vi de todo menos su amar. Toqué su cuerpo, con la intensión de despertar en su ser, el deseo de amar, pero lo que ocurrió es que se durmió todo lo que había estado ardiendo dentro de mí, morí lentamente esperando, pero no pasó nada, por un momento di todo por muerto, incluso mis sentimientos, aquellos que me daban la valentía de luchar en contra del viento.

Me marché y en ese momento cada letra que había escrito  de su parte para mí, dejó de tener un significado especial y se convirtieron solo en palabras llenas de subtextos.


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Imagen.
http://s1.trrsf.com/blogs/348/files/image/hombre-solo-en-la-cama.jpg

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