25 de enero de 2014

Hasta el próximo favor



¡Te necesito! He escuchado esa frase indirectamente y sobre todo cuando esas personas que no te dan ni la hora te lo dicen solo cuando están en apuros, como aquella vez que esa amiga que no sabía que era su amigo (sonrisa falsa) me escribe para pedirme una recarga, nunca lo olvidaré sobre todo porque es típico de las mujeres en su mayoría. También recuerdo aquella vez que me encuentro con un viejo amigo que nunca se preocupo por devolverme una llamada o responderme aquel mensaje que le mande pero como necesitaba un favor y no había nadie más a la vista entonces suena mi celular y ¡BINGO¡ es él, necesitando que le haga un favor. Lo más reciente aquella que ni me hablaba en las reuniones y de repente me abraza y claro…necesitaba que le hiciera un favor o esa típica tía que ni deja que entre a su casa y de repente me  invita hasta a un vaso con jugo y claro…necesitaba que le hiciera un favor.
Alguno de los casos no son del todo cierto pero estoy más que seguro que a usted le tuvo que pasar algún caso similar y sinceramente es lo más harto e hipócrita que nos puede pasar con ciertas personas que solo existimos para ellos cuando nadie más que uno le puede hacer ese favor que tanto necesitan y uno tan buen samaritano actúa de los más natural y le colaboramos y a veces pasa porque tenemos tan buen corazón que las frases “no puedo, no tengo tiempo, o simplemente no quiero hacerte el favor” no existen en nuestro lenguaje y esas personas deberían aprender de uno pero NO, no lo hacen lo más importante para ellos es solucionar su pequeña necesidad y después que le hagamos dichos favores … si, exacto no volverán a dirigirnos la palabra hasta el próximo favor que necesiten.